las 3 claves de una presentación emocional efectiva

interrogaempezamos a entender que las emociones son importantes a la hora de vender un proyecto, un producto o servicio, o lo que es lo mismo, de que nos «compren» una idea, un producto o servicio,

de la misma forma que empezamos a entender que el aprendizaje tiene todo que ver con la emoción presente en el proceso de apreHender, o que la enfermedad tiene mucho que ver con sucesos emocionalmente significativos en nuestras vidas,

pero estamos exactamente ahí, apenas empezamos a entender, por eso muchas de nosotras no hemos reparado en las 3 claves para realizar una presentación efectiva en el plano emocional,

¿te has planteado cuáles son?,

si la respuesta es no sería bueno que te plantees la pregunta, y la aguantes, y la calientes en tu corazón, y dejas que crezca un poco, sí, deberíamos dejar crecer las preguntas en vez de resolverlas como pistoleros, antes de seguir leyendo,

en cualquier caso a continuación encontrarás las 3 claves, que son, para qué vamos a negarlo, de perogrullo, como casi todo en la vida, sencillas, evidentes, o al menos así nos lo parecen, vamos a ello,

  1. el mensaje debe ser en sí mismo emocional, porque no tiene caso realizar una comunicación emocional con algo meramente racional, del tipo «vamos a vender 30.000 entradas para el evento»,
  2. el proceso para la comunicación debe estar diseñado en clave emocional, de esto vamos a escribir un poco más, porque se enuncia muy rápido pero no es en sí mismo auto-explicativo,
  3. en la presentación debemos estar presentes, y atentas a ese clic que conecta, en medio del proceso, la emoción de una de las personas presentes en la presentación, si sólo hay una no cabe la duda de cuál, en una conexión que tenemos que madurar, el mensaje, el proceso, el receptor y la emisora conectadas por medio de un clic emocional, en torno al cual crece el proceso de comunicación, y algo nuevo surge, más allá de la propuesta inicial que llevamos en la mochila,

si te parece ahondamos un poco más en los puntos segundo y tercero.

Para construir el proceso en clave emocional tenemos que entender qué significa eso de emocional, y en primera instancia nos sirve una clave, no le estamos mandando mensajes al cerebro izquierdo, racional, analítico,

que funciona con datos, estadísticas, reputación, riesgos, analítica, secuencial, programación, objetivos, expectativas, control,

sino al cerebro derecho, intuitivo, holístico, relacional, que funciona con cuentos, imágenes, símbolos y arquetipos, ese cerebro que se activa en el baile, en el teatro, en el movimiento del cuerpo, con los olores, y ahí llegamos a otra pregunta,

¿qué podemos hacer para construir un proceso emocional?, ¿cómo podemos hablarle al cerebro derecho?

Si te parece te damos 3 ideas,

  1. sustituye las afirmaciones por preguntas, en vez de sacar un powerpoint en el que se ven los 7 colores del arco iris puedes preguntar a tus interlocutores si saben dibujar el arco iris,
  2. baja el pensar al hacer, y en vez de conformarte con su respuesta mental, no o sí sé, déjales jugar, saca tus pinturas, pídeles unos folios, e invítales a que pinten el arco iris, en ese mismo momento en el que cogen el lápiz de color el cerebro racional está des-conectado, aunque  estén intentado pensar y recordar, ya que las inteligencias de la mano y del corazón (tratamos de evocar la emoción del arco iris en nosotras) han sido convocadas,
  3. y refuerza el proceso con palabras relacionadas con entornos de confianza, una madre puede evocar imágenes relacionadas con la crianza, un hombre puede evocar palabras asociadas a la agricultura, todos tenemos un agricultor dentro, como cuidar, regar, sembrar, abonar, en vez de imágenes relacionadas con la caza y la guerra, todos tenemos una maquinaria de guerra dentro,

y dejamos que el discurso transcurra, anidando nuevas preguntas, que calentamos y mantenemos, no es necesario en esta fase encontrar respuestas, con una dinámica en la que los receptores se han convertido en parte activa de la presentación, que no está hecha sino que ocurre con la participación suya, en un entorno simbólico y estético,

con nuestra atención abierta a ese momento en el que el clic, sí o sí, va a ser parte de una conversación de cuarto nivel, generativa, y el cliente nos va a ayudar a mejorar nuestra idea, producto o servicio,

no somos vendedores de nuestra idea, sino partícipes de un proceso de construir juntos lo que está por venir.

interroga

así lo vimos…

Aunque lo hayamos pasado por alto en el punto 1, es importante reseñar que el mensaje, construido desde lo emocional tiene que estar integrado en el mensajero, la persona que transmite, con ese «desde dónde» tan especial,

congruente con la energía desde la que se construye el mensaje.