el sábado, después de una mañana preciosa con Leo, después de comer y el cafecito, el grupo de ATEOs seguimos reunidos, y es el turno de Marina. Hoy va a ser el día del “yo soy”, y empezamos con una dinámica de danza, con 5 ritmos, que nos prepara para un ejercicio de autoafirmación en grupo. Nos disponemos en el pasillo central del salón de actos, y bajamos, una a una, al son de la música y de las palmas con las que nos acompañan más de 50 compañeras. Es curioso lo acostumbrados que estamos a que nos echen por tierra, y la vergüenza que nos entra cuando nos animan, tema a revisar.
ya más calmados, nos acercamos al escenario, y nos aprestamos a la siguiente dinámica. Marina reparte a los grupos de cuatro personas, un papel con 4 frases, unos palillos y unas barras de siliconas que partimos en pequeños cubitos.
y empezamos a construir frases positivas, afirmaciones e invocaciones, frases de poder, mientras hacemos crecer una figura que va tomando la forma que le toca, la nuestra es aérea, hasta que crece tanto que se nos despedaza entre las manos, y decidimos darle tierra y sustento.
hemos terminado la primera parte del ejercicio y ahí ha salido de todo. En nuestro grupo Ángela nos ha enseñado un tatuaje que le acompaña en el brazo, yo soy, qué divertido, ahora que lo cuenta, es capicua, leído por delante o por detrás.
cada uno realiza un dibujo, el arte que acompaña al subconsciente, y los disponemos sobre las estructuras de nuestras frases de poder, el segundo movimiento está a punto de terminar.
el tercer movimiento es una conversación en el grupo grande relacionada con nuestras emociones, con nuestras resistencias en el ejercicio, hay personas a las que les ha costado expresar su “yo soy”, esa frase que en alguna que otra casa se confunde con prepotencia, orgullo, hablamos del egoísmo bueno, de la diferencia entre yo agradezco (asumo que ya está en mi vida) y del yo quiero (está fuera y re-conozco que no lo tengo y lo ansío, y el universo, en el ejercicio de querer hace grande el verbo, y cada vez quiero más), y del recuerdo, re-cordar es en palabras de Leo traer a la cuerda, al corazón, al sentir.
y yo recuerdo un taller que hago hace ya unos años en Armenteras, un taller que dirige Agustín, un chamán mexicano, en el que empiezo a conectar con el poder de la palabra, las frases de poder y la invocación, qué bonito es recordar, volver a vivir.
me han encantado los movimientos de la tarde, el grupo pequeño, el trabajo personal, el grupo grande, es bonito ver la evolución de las personas y del grupo, al amparo de ese paraguas tan bonito que Leo y Marina construyen para nos, que es otras y otros.
el grupo grande se convierte en grupos medianos, y estos en grupos de a uno, cada uno se dispone como puede o le da el cuerpo, y volvemos a reunirnos, haciendo la goma, grande pequeño, pequeño grande, es el sístole diástole de la vida, y jugando jugando vemos lo que resulta, un algo mucho más plural, más bonito, más divertido de lo que cualquiera de nosotros hubiera pensado.
Porque quién iba a pensar que unos palillos y unas gomitas o siliconas, unas ceras en una caja y unos papeles iban a dar para tanto, una maravilla la de cosas, sorpresas y magia que se encuentran dentro.
con la magia del yo soy, del yo puedo, del yo me merezco y del yo me permito