apuntado como estoy en este taller relacionado con la vivienda, que promueve REAS, me encuentro con una agradable sorpresa, quizás 2, porque 2 de las 3 personas que facilitan el taller, Rubén y Jorge, son conocidas, por dos vías bien diferentes,
Rubén de una reunión remota que llevamos a cabo a instancias de la coordinadora de Reas Euskadi, desde Alberite, una reunión en la que estamos Gaizka, él y yo, todavía no hemos constituido AMETS, proyecto que está en ciernes,
y Jorge, un cariño de una vida anterior, del grupo de triformación social de Luis Espiga, mi maestro junto a Javier Estefanía en el mundo de lo sutil, grupo en el que Jorge es el alumno aventajado, qué bonito volver a coincidir hoy aquí,
a ver si pronto tenemos la oportunidad de darnos un paseo por Alicante, cabo de Huertas como primera opción poesible, y compartimos trazos de nuestra vida, en forma de ilusiones y proyectos, los que estamos haciendo y los que nos quedan por hacer.
y disfruto de la parte práctica del taller, un ejercicio más de la inteligencia co-laborativa en acción, lo que yo hago parece una tontería, pero se anida con otras tonterías y otras cosas más serias, para conformar una imagen de un todo interesante,
comunidades que comparten en su foro interno una buena relación de recursos, capacidades, para cubrir necesidades varias y aspiraciones de las personas que conforman el núcleo de este grupo incial,
abierto a relaciones con el entorno, el barrio, el pueblo, la comunidad extendida, de eso se trata el ejercicio que tenemos por delante, lo podemos complicar mucho, pero es bien fácil de definir con una sola palabra, compartir,
o en 3, apreHender a compartir.
a ti, cuando eras niña, ¿quién te enseñó a compartir?
y me quedo con ganas de recibir el montaje que de este taller van a hacer, seguro que volvemos a hablar de este eje 4, la vivienda como plataforma de inter-cooperacion, un enfoque necesario para la vida.